Son un viaje hacia tu interior, donde visitas los vínculos primarios, donde puedes ver lo que faltó, lo que no recibiste, lo que no pudo ser, lo que impactó a todo tu sistema familiar y que no pudo ser digerido, decodificado.

Una constelación nos permite ver el inconsciente familiar. Todos los seres humanos somos parte de un sistema, tenemos una familia, nacemos, crecemos ahí y tomamos nuestra personalidad desde ese lugar, imitando a papá y mamá.

Pero también tenemos un aprendizaje inconsciente. Esto se hace a través del sistema nervioso autónomo y el sistema cerebro emocional, todo lo que el niño toma en su infancia, le queda grabado en su sistema y lo que muestra la constelación son esas grabaciones, que las hace propia, tal como sus padres también lo hicieron.

Nos ayudan a tomar conciencia de los problemas y nos entregan frases sanadoras, que permiten al consultante liberarse, aliviarse y generar una resignificación de la configuración familiar.

Esa resignificación va tanto a nivel verbal como físico, se ordena el sistema, de tal manera, que la persona siente alivio, una comprensión profunda de porqué le paso ese evento, se hace consciente esa información y genera una comprensión de sí misma y de su familia. Puede ver a sus padres desde otro lugar y el puzzle se ordena.

Se hace a través de objetos (palitos, papeles o huellas) y se le pide al constelado que los ubique en el espacio. Esto genera una configuración familiar inconsciente y el constelador, que tiene herramientas para interpretarlo, puede explicar las dinámicas que aparecen en esa configuración.

En base a las dinámicas que aparecen, solo mirando la configuración, el constelador plantea una hipótesis y esta se va confirmando con el constelado. Para esto, se le va pidiendo al consultante que tome contacto con los diferentes lugares (el de la madre, el del padre, de sí mísmo, etc.), los sienta y reciba la información de la Constelación.

De esta forma, aparece el porqué la persona está experimentando síntomas que tienen relación con trabas en relación al sistema familiar.

Los participantes del grupo representan diferentes personas y lugares y se les permite seguir los movimientos que sientan. Esto es información para el constelador. En base a estos representantes, se va ordenando el sistema para producir sanación física física y psíquica. Luego vienen las frases sanadoras.

Ambas formas tienen la misma fuerza y poder de sanación.

Sin embargo, el trabajo grupal permite ver tu constelación familiar y otras, lo que nos lleva a un espacio de mayor abundancia, conocimiento y sabiduría.

Son un llamado del alma para lograr hacer consciente lo que está trabando e impidiendo el desarrollo. Es un movimiento muy profundo.

Mi sugerencia es hacer una constelación y dar tiempo a toda la información que llegará. No solo cambia el sistema interno, sino que también ocurren cambios en el exterior y hay que dar tiempo a que la realidad se reordene.

Realizar constelaciones una y otra vez no ayuda, es como tener piedras preciosas en la mochila y no poder disfrutarlas.

Realizar constelaciones una y otra vez no ayuda, es como tener piedras preciosas en la mochila y no poder disfrutarlas.

De alguna manera hay que prepararse, como en un viaje. Desde el momento en que se pide la Constelación Familiar, el sistema comienza a disponerse.

Ojalá esa semana descansar, dormir, no trasnochar y no usar ningún alterador de conciencia. No hay que llevar nada, solo ir y confiar.